11 Viviendas sociales Eix Bruc
La propuesta nace de una clara voluntad de ligarse con el tejido existente del barrio: una parcelación de grano pequeño, estrecha y profunda, que adecua su geometría a la fuerte topografía. Allí donde el trazado de la calle sigue la normal del terreno, las medianeras quedan a la vista. Es por ello que la ordenación tiene la voluntad de estirar las líneas existentes y coser tanto las medianeras como las alturas del entorno más cercano. Las unidades edificatorias se descomponen en dos piezas que permiten esta sutura a la vez que suben en altura para dar respuesta al espacio urbano. El espacio público generado surge de la disposición intencionada de los edificios, los cuales se retranquean para conformar el vacío. En estos puntos de inflexión aparecen unas grietas de escala urbana donde se colocan los accesos. Esta esquina tiene una situación privilegiada debido a una inflexión de la calle Pirineos. Para dar respuesta a este cruce, no se construye un chaflán, sino articula y se rompe la esquina a partir del vacío que crea el acceso al edificio. El edificio de PB + 3 da continuidad al plano de fachada. Debido a la topografía pronunciada del Pasaje Pirineos, se ha optado por elevar la planta baja, por lo que la cota del parking queda a nivel de calle Pirineos. En cuanto a la materialidad, se plantea el volumen con un acabado de SATE blanco, que combina con el interior de las terrazas de color amarillo y continúa con el proyecto de colores del planeamiento que se está llevando a cabo en la calle Pirineos.
Se trata de una unidad de agregación mixta que combina tres viviendas por rellano, con una pasarela central, que conforman un conjunto de 12 viviendas en total. La pasarela, un espacio abierto, permite la iluminación y una ventilación cruzada de todas las tipologías. La disposición de las unidades de agregación permite la aparición de dos patios, interconectados en planta baja, que refrigeran el edificio y el interior de la isla. La distribución de la planta consiste en agrupar el baño, la cocina y los conductos de instalaciones junto a la medianera con el fin de liberar el resto de la planta. De este modo, las habitaciones se sitúan en los extremos de la casa, eliminando pasillos y generando una zona de sala-comedor que absorbe y articula las circulaciones. Al optimizar estas circulaciones la terraza crece, creando un "jardín de invierno, un espacio que permite captar calor en invierno y disiparlo en verano. La sala-comedor se separa en dos espacios diferenciados pero conectados visualmente. Todas las viviendas se disponen de manera que siempre hay una fachada que da a la calle y una en el patio interior. Para mejorar la envolvente térmica del edificio se propone un sistema para cambiar el factor forma del edificio en verano y en invierno. Para conseguirlo, las terrazas de las viviendas se retrasan respecto del plano de fachada para ofrecer un espacio exterior protegido y con dimensión suficiente para ser habitado, que en verano se protege de la incidencia del sol y en invierno se cierra con un policarbonato al plano de fachada, para tener ganancias térmicas gracias al efecto invernadero.