12 viviendas en Borges del Camp

Tarragona
2008

El proyecto se plantea desde el vacío. Se trata de lograr el máximo perímetro de patio de manzana para, por un lado, lograr un espacio público más amplio y, por otro, alcanzar un desarrollo de fachada que permita al edificio ventilar y hacer participar del patio al mayor número de viviendas posible.

La intervención se reduce a una única pieza que recorre el solar cosiendo las medianeras existentes y buscando la buena orientación de las viviendas. Se trata de un edificio que va variando de profundidad, de manera que pierde sección en las crujías donde la planta baja se atraviesa a modo de pasaje. El patio de manzana se anuncia visualmente a la calle invitando a descubrir el nuevo espacio público que hace permeable la manzana.

En el paisaje de cubiertas el edificio se integra gracias a los pliegues de la cubierta a tres aguas, logrando el grano más pequeño de los tejados vecinos.

Un único núcleo de escaleras desarrollado a lo largo de la medianera longitudinal acompaña el trazado de la pasarela que da acceso a seis viviendas por rellano. Un lucernario lineal discurre paralelo a dicha escalera garantizando la iluminación de la pasarela interior. También, unos pequeños patios actúan como cajas de luz pautando el recorrido a través del edificio.

Todas las viviendas se organizan en torno a un núcleo de servicios, que presenta dos variaciones según se trate de una tipología desarrollada paralela a fachada o bien una tipología de doble orientación.

Se trata de un núcleo de servicios compacto, formado por un pequeño umbral de entrada donde se recoge también la lavadora protegida de la vista en un armario, el baño que ventila a un pequeño patio para tender la ropa y, finalmente, la cocina que ventila a fachada y queda integrada en la sala de estar-comedor.