40 viviendas sociales

Masnou
en proceso

La volumetría incorpora y prolonga la alineación de la calle Ciudad Real vaciando la esquina norte del edificio para conectar la nueva plaza con el entorno. Una suave rampa permite separar la cota cero respecto las rasantes de las calles contiguas; de modo que los vestíbulos no se accede directamente desde la calle, sino desde la plaza mirador que se levanta sobre el basamento que alberga el equipamiento y el local comercial. Una secuencia de espacios intermedios entre la calle y las viviendas incentivan los vínculos entre la comunidad al organizar todos los accesos desde un lugar común de encuentro. Además, al levantar la cota cero de planta baja, se facilita el acceso a la cota del aparcamiento en el nivel más bajo del solar.

Para evitar que durante las horas inactivas del equipamiento y del local la esquina cóncava determinada por la volumetría del planeamiento no se transforme en un rincón, se propone ubicar en este punto la conexión entre el mirador y la plaça del Duc de'Ahumada. Se trata de una escala-grada que constituye un lugar en sí mismo; un espacio que además de circulación es de estancia, orientado a sur y en la plaza, en la que se intercalan plantaciones, buscando la máxima continuidad del espacio público para favorecer el control social del mismo.

El vacío de la volumetría no sólo recoge los rastros del lugar sino que mejora la orientación de las fachadas más desfavorables para conseguir más asoleo. Desde ciertos puntos de vista del edificio se percibe como dos piezas de manera que se reduce la escala de la intervención en un entorno donde prevalece el grano pequeño de la vivienda unifamiliar. Sin embargo, la proximidad entre edificios y el propio basamento consiguen una intervención unitaria.

El conjunto está formado por tres unidades de agregación de tres y cuatro viviendas por rellano, optimizando los núcleos verticales y las circulaciones. Todas las viviendas tienen doble orientación y ventilación cruzada a través de la sala, y todas las habitaciones son dobles y de 10 m2. La tipología en esquina permite flexibilidad y adaptabilidad en el tiempo, ofreciendo diferentes distribuciones y modos de habitar. Las terrazas incorporan un doble cierre que funciona como cojín térmico y como galería captadora al solsticio de invierno y no perjudica la ventilación cruzada de las viviendas en verano. Se trata de un recurso pasivo para reducir la demanda energética y garantizar en todos los casos 1hora de Sol entre las 10h y las 14h al estar durante el invierno. Para favorecer la inercia térmica del edificio el techo se deja visto.