La propuesta tiene como objetivo mantener el carácter y la identidad actual del jardín implementando un nuevo pavimento de hormigón drenante, accesible para sillas de ruedas y carritos, a la vez que resuelve el salto de cota, de 1,5 metros que hay entre los dos accesos de la calle del sol y Angel Guimerà.

Se definen unos caminos accesibles siguiendo las trazas de los desplazamientos más habituales que realizan los viandantes y respetando las distancias prudenciales de las raíces de los árboles centenarios del parque. Se minimiza el área de pavimentación accesible definiendo unas "bolsas" conformadas mayoritariamente por el "ull de perdiu" actual, las arbustivas y la zona para juegos infantiles.

Los caminos de hormigón poroso se confunden con el "ull de perdiu" que contrastará a su vez con el rojo del caucho de la zona infantil que recuerda el color de la piedra natural con la que están conformados los muros que rodean el jardín.